“La conversión pastoral implica la conversión del corazón del pastor, volver a la primera llamada, la oración, la palabra y estar cerca de las ovejas”. (Papa Francisco)

Durante este curso 22 sacerdotes han participado del Programa de desarrollo del liderazgo sacerdotal que ha impartido la fundación AUTEM en nuestra Archidiócesis de Madrid.

Este programa de liderazgo sacerdotal es un programa de transformación integral del liderazgo del sacerdote y una oportunidad de revisar su identidad sacerdotal. Se busca que el sacerdote tome conciencia de su identidad como sacerdote, su identidad como líder y pueda transformar los paradigmas desde los que vive su triple munera, especialmente el munus regendi. Se intenta generar un cambio personal sostenible en el tiempo y ofrecer una hoja de ruta concreta del proceso de conversión pastoral, así como capacitar a los sacerdotes para que puedan llevar a cabo la conversión pastoral en sus parroquias y contribuir a la transformación de la iglesia.

Si estás interesado en participar en la segunda edición de este curso, que ofreceremos a lo largo del curso pastoral 2025-26, dínoslo: https://forms.office.com/e/u3NjWJ3Pmz

Ofrecemos algunos testimonios de sacerdotes que han participado en esta primera edición del Curso:

Joaquín Hernández, párroco de San Clemente Romano: He quedado muy asombrado con la experiencia del curso Autem. Lo primero que me llamó la atención es la profesionalidad, me di cuenta de que lo que comenzábamos iba en serio. Y lo segundo, la profundidad. He aprendido que ser líder no es hacer una serie de cosas, sino algo que conecta con mi identidad de sacerdote. Estoy seguro de que la gran beneficiaria será mi parroquia.

Pedro José Lamata, párroco de San Fulgencio y San Bernardo: Me inscribí en AUTEM con la profunda insatisfacción de haber participado en muchos momentos de formación que no habían logrado hacerme vibrar con el servicio pastoral en estos tiempos que corren. Me fié, eso sí, de nuestra diócesis y de la inspiración tan honda que tenían las mujeres que vinieron a presentarnos el curso a los sacerdotes de Madrid. Y reconozco que ha sido la experiencia sacerdotal más completa que he vivido. AUTEM siempre parte de la identidad sacerdotal y eso conmueve y potencia lo mejor de nuestra propia riqueza personal. Conecta con «mi vocación», con «mi llamada de Dios», con el «misterio de mi elección» por parte del Señor. Y re-conecta ese potente don de Dios con el ministerio que nos haya encomendado el obispo . Re-conecta con la conversión pastoral de nuestras comunidades tal y como nos lo pide nuestro obispo (y, con él, la Iglesia entera). Re-conecta con los compañeros, con la fraternidad en el presbiterio, con la sinodalidad en el modo de relacionarnos, de mirar o de escuchar a los otros sacerdotes. Y sobre todo al obispo. Y finalmente AUTEM nos permite re-conectar con el pueblo de Dios. Nos capacita para conocer en nosotros las dinámicas creativas que permitirán acompañar -al Pueblo que se nos ha encomendado- a una nueva vitalidad misionera, a una nueva espiritualidad de la comunión y a unas nuevas estructuras pastorales nacidas del Espíritu Santo en una cultura nueva, sinodal, actual, esperanzada. AUTEM me ha ayudado también a confesarme de otra manera. A comprender otros dinamismos «reactivos» que me impiden avanzar en mi relación con el Señor y con su Pueblo. Dinámicas con la que yo mismo dinamito la confianza de los demás, impido en mí el liderazgo que Dios quiere, rompo la comunión con los otros sacerdotes o con el obispo, y termino cayendo en los mismos errores que pretendía evitar: el clericalismo, el voluntarismo, el activismo, el gnosticismo, ser un funcionario, o vivir sin fe en el Espíritu Santo y en su acción en la Iglesia. Estoy plenamente disponible a lo que pueda necesitar de mí la Iglesia porque en AUTEM he podido conectar mi vocación con la misión que, en este momento, le toca vivir a nuestra diócesis. Y confío de un modo nuevo en que el Espíritu Santo será quien lleve esta obra a buen término.

Bernabé Rico, vicario parroquial de San Clemente Romano: Autem no es un curso sobre métodos en el que te dan unas herramientas y te dicen lo que tienes que hacer como si esto fuera una cosa de _management_ . Autem es una experiencia de redescubrimiento y reavivamiento del ministerio, especialmente del _munus regendi_ . Es un camino vivido con hermanos laicos y sacerdotes en el que se experimenta que la Iglesia está viva, que el sacerdocio y la pastoral pueden ser fecundos, que el trabajo en la parroquia no es la historia de un fracaso, que hay esperanza. Muchas veces no sabemos por dónde tirar en la pastoral, cómo hacer que nuestras parroquias sean de verdad evangelizadoras… Después de Autem uno se ve en la pista de despegue confiado en que el Espíritu Santo nos va a hacer volar hacia el sueño de Dios para nuestra Iglesia del s. XXI.

David Benitez Alonso, párroco de Santa Genoveva Torres Morales: La realización del curso propuesto por la fundación Autem, que nos invitó a realizar la vicaría del clero, ha sido toda una experiencia, no sólo de aprendizaje sino de vida y fraternidad sacerdotal entre curas de nuestra diócesis y de otras de España. Ayudados por el grupo de laicos que colaboran en la fundación profundamente implicados en el cuidado de la vida de los sacerdotes, hemos trabajado para intentar renovar la vida y el ministerio tan clave en los nuevos tiempos que el Señor nos concede vivir. Nuevos métodos de evangelización en una época nueva para la que los sacerdotes debemos prepararnos. Ha sido toda una experiencia que invitaría a realizar a cuantos se sientan llamados a esta renovación tan necesaria del ministerio que compartimos y que, aunque no cambia, sí se actualiza para el mejor servicio de los hermanos que se nos encomiendan y de la misión

Jose Antonio Cano, consiliario nacional de acción católica general: En primer lugar quiero dar gracias a Dios por la experiencia de Autem, ciertamente ha sido un momento de gracia. Dar las gracias a Juan Carlos Merino y en él a toda la diócesis de Madrid por haberme brindado esta oportunidad, sintiéndome muy acogido desde el primer momento. Hemos vivido la oportunidad de constatar cómo es la realidad evangelizadora de nuestras parroquias, ahondar en nuestro ser llamados, amados y enviados como presbíteros viviendo la fraternidad sacerdotal, en comunión con nuestro pastor y al servicio del Pueblo de Dios. Me han ayudado, especialmente, las herramientas que se nos han ofrecido para llevar a cabo un auténtico proceso de conversión pastoral para la renovación de nuestras parroquias, renovación que empieza por el pastor, por la conversión del corazón y la apertura a la novedad el Espíritu Santo, para posibilitar que “pase” en nuestras parroquias, “lo que tiene que pasar”, es decir, el proyecto de Dios. Desde estas líneas animo a todos los sacerdotes a poder participar en la próxima edición, abriendo el corazón de par en par a las llamadas del Espíritu para bien del todo el Pueblo de Dios.

Carlos Gimenez, vicario parroquial de Ntra. Sra. de la Soledad y la Transfiguración del Señor: Autem ha sido, posiblemente, la mejor formación pastoral que ha recibido. No es indispensable para llegar al cielo ni para ser apóstol, pero ayuda -y mucho. Personalmente, destacaría tres aspectos del programa. En primer lugar, es un programa ilusionante porque te conecta con otros sacerdotes desde lo que más nos mueve: el deseo de evangelizar y ayudar a otros a conocer a Jesús. Éramos muy distintos, sacerdotes con los que quizá nunca hubiera hecho amistad. Sin embargo, descubrir en ellos el mismo ardor por evangelizar, y compartirlo, genera una comunión profunda y auténtica. En segundo lugar, autem ofrece contenidos teóricos y herramientas prácticas para catalizar el cambio. Llevamos tiempo oyendo hablar de nueva evangelización, parroquias misioneras o sinodalidad, pero a menudo estos conceptos se quedan vacíos, sin aterrizarlos ni concretarlos en la práctica. Tras pasar por el programa me llevo una mochila repleta de ideas, recursos, experiencias y ejemplos que permiten vislumbrar un horizonte claro hacia el que caminar. En tercer lugar, el análisis 360 y el acompañamiento del coach ha supuesto una experiencia de crecimiento personal muy significativa. No estamos acostumbrados a que nos evalúen desde todos los ángulos -superiores, pares, colaboradores-, ni a recibir las críticas y actuar en consecuencia. El coaching logra precisamente eso: activar procesos reales de conversión. En resumen, me siento más en camino: hacia la santidad y hacia una vivencia más plena de mi misión sacerdotal. ¡Estoy muy agradecido a todo el equipo de Autem!